viernes, 29 de mayo de 2015

ALTAS MONTAÑAS, AHORCADA POR SECUESTRADORES


Por: Miguel Olvera Caballero

Huatusco, Ver.- Ahorcada por una ola de secuestros se encuentra la zona de las Altas Montañas, donde se registran constantes “levantones” de empresarios, productores de café y ex funcionarios, por sujetos armados que actúan impunemente.

Pie de foto:
A merced de la delincuencia se encuentra la zona de las 
Altas Montañas. No bastando los robos y asaltos, 
los secuestros van en aumento.

Aunque oficialmente no se tienen reportados y mucho menos existen denuncias por secuestros en el corredor Chocamán-Coscomatepec-Huatusco, Con Tinta Negra ha documentado infinidad de casos que no son denunciados por temor a que los delincuentes asesinen a sus víctimas, lo que obliga a los familiares a soportar solos la angustia de no saber si sus parientes volverán con bien a sus hogares.

De marzo pasado a la fecha, se han suscitado una serie de hechos delictivos que permanecen impunes, que iniciaron con el secuestro de Jaime Bulbarela, empresario cafetalero de Chavaxtla y posteriormente, otro empresario restaurantero de Tlaltetela, Roberto Rey, también fue privado de su libertad.

La zona de Coscomatepec no se libró de los secuestradores, que en menos de un mes, consumaron cuando menos 4 secuestros, que incluyeron a un médico y a Marcos Fuentes Castro, ex titular de la Comisión de Agua Potable en la administración de Serafín González Saavedra.
Apenas en marzo pasado el subsecretario de Seguridad Pública, Federico Rivas, puso en marcha la “Región Segura Huatusco”, con lo que se pretendía disminuir los índices delictivos, que irónicamente, aumentan a cada día, sin que se haya detenido a uno solo de los implicados ni se haya reforzado la seguridad en la región.

El clima de inseguridad provocó que varios empresarios hayan preferido irse a vivir a otros estados, donde se refugiaron de manera discreta para no ser víctimas de la delincuencia.
Hasta el momento, la mayoría de personas privadas de su libertad han obtenido su libertad solo después de haber pagado jugosos rescates, sin que los “focos rojos” se hayan traducido en una mayor presencia policiaca ni de las fuerzas armadas.




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