sábado, 29 de agosto de 2015

IMPERAN PREPOTENCIA Y MALTRATOS DE EN HOSPITAL DE HUATUSCO

Por: Miguel Olvera Caballero


Huatusco, Ver.- Prepotencia, negligencia, maltrato y discriminación, son algunas de las características que la ciudadanía le da al hospital Doctor Darío Méndez Lima. Este jueves, un ama de casa fue exhibida y regañada porque salió a comprar algo de comer.

Pie de foto:
El hospital Doctor Darío Méndez Lima de Huatusco, 
donde la mala atención, prepotencia y negligencia 
médica, son una constante.
Para cientos de usuarios, la resignación y paciencia es algo en lo que deben prepararse para recibir atención médica en el nosocomio de Huatusco, donde el personal médico y de enfermería, hace gala de prepotencia.

Alrededor de las 15:30 horas de ayer, le tocó el turno a una madre de familia de escasos recursos, que citada junto con su hijo desde las 7:00 de la mañana, no aguanto más la larga espera y decidió salir a comprar un tamal para comer.

Menos de 5 minutos habían pasado, cuando se encontró con los gritos de las enfermeras, que le reprocharon enfrente de todos, que no tenía porque estar afuera, que se metiera.

La afligida mujer, ante decenas de pacientes, intentó explicarle a las supuestas servidoras públicas que tenían programada la operación de su hijo desde las 9:00 de la mañana, ya habían pasado más de 6 horas de espera y no había comido.

El hospital Doctor Darío Méndez Lima de Huatusco perdió cualquier esencia del médico que le dio su nombre, pues el abuso y prepotencia son padecidos diariamente por cientos de pacientes de la ciudad y municipios aledaños que no tienen dinero para hospitalizarse en una clínica privada.

Los sanitarios y hasta los pasillos, se han convertido en salas de parto improvisadas en repetidas ocasiones, sin que eso importe a los médicos y enfermeras, que se presumen inmunes ante cualquier queja en su contra.

Al final, la madre del menor, acusó a la enfermera de incurrir en una negligencia médica, al hacerla esperar a ella y su hijo más de 6 horas. Los demás espectadores optan por hacer caso omiso por temor a ser maltratados, de que se tomen represalias y no se les atienda.





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